Desde muy pequeña me he sentido atraída por la imagen. Recuerdo inventar distintos roles para mis muñecas, podían ser bailarinas, doctoras, científicas,…
A cada una les generaba un look acorde a su función, y les diseñaba vestidos únicos.
Qué bonito pensar que aquello que era un juego, se ha convertido en mi dedicación profesional.
De todo eso soy consciente ahora, no ha sido fácil encontrarme a mí misma.
A lo largo de mi vida he tenido momentos de shock, en los que mi refugio ha sido el autoconocimiento.
Nadie se libra de los «zascas» de la vida.
Pero, ¿sabes lo que me ayudó a superarlos?
Mirar hacia dentro y darme cuenta de quién soy realmente, de mis fortalezas.